Poesía bicicletera

The answer my friend
is not blowing in the wind
it's riding a bike
(Jaberwock)                                      


Con este bello haiku biciexistencial hemos decidido comenzar nuestrx revisión/ensayo/comentario/llámenlo X sobre poesía bicicletera, ese bello y diverso género que la real academia de la lengua (sí, en minúsculas), siempre tan actual y vanguardista, todavía no ha reconocido (que sepamos, de momento no tiene ni conocimiento de él).

¿Que por qué dedicar una página a la poesía bicicletera? Cierto, ¿por qué nosotrxs dedicamos sólo una página cuando otrxs han dedicado vidas enteras? Poesía eres tú, ¿ya no lo recuerdas? Tal vez la poesía sea la única forma en la que se pueden transmitir las verdades del alma con palabras; por más preciso que sea el lenguaje común-técnico-científico, no es más que una burda aproximación.
Así que, señorxs, sean poesía. Sean poetas, mejor que politicos; sean, mejor todavía, poelíticos*. Llenen su realidad de ternura como quien rellena un almohadón de trocitos de espuma: así, a tope, hasta que casi reviente. Su hígado se lo agradecerá.

Por cierto que tenemos una duda de ésas que puede que jamás sean despejadas, como la vida misma: al autor de este haiku, ¿lo mataron o no lo mataron?


Prosigamos. Existen varios autores de poesía bicicletera, unos más serios que otros, más profesionales que otros; pero quién dijo que para hacer poesía bicicletera hace falta ser un profesional, mucho menos serio; basta tal vez sólo con vivir a dos ruedas, a la primera cuesta arriba que enfrentes te puede acabar saliendo la poesía a raudales por todos los poros... o a la primera cuesta abajo, por una carretera de montaña zizagueante, de a dos en la bici con toooda la inercia del mundo... con frecuencia aparece el tema del miedo en la literatura bicicletera, como podéis ver en Bicycling Life.



Y para continuar, otro haiku (una perlita):

The wind behind me
        Water bottle is my friend
 Watch that taxi door


El autor de este pedazo de haiku bicicletil es un/a tal Coney. No sabemos qué más piezas de literatura tiene en su haber, pero la verdad es que después de esto ya ha podido descansar tranquilx... Coney, nos molas cantidad!

Cierto, sentimos predilección por los haikus. Será por nuestra naturaleza ci.bor.* El haiku es breve, transgresor, directo al grano. Haiku bicicletero = poesía a contramano y siempre por la calzada. En fin, esto es evidentemente nuestra manera estúpida de definirlo ahora; habría que ver qué diríamos dentro de diez minutos, o diez años.
De lo mejorcito que hemos visto por la red es Bikereader. En esta página hay literatura bicicletera de todos los palos. Incluye una sección de haikus de autores varios bien extensa, cada uno de su padre y de su madre, como está mandao.

A continuación, poesía en carril bici; no es del género que nos interesa, pero es de Alberto Caeiro, que defi-nitivamente, con o sin bici, MOLA. No sabemos si Pessoa iba en bicicleta. No nos extrañaría.
En el vídeo vemos el carril bici que va junto al río Tajo en Lisboa, con poemas de Alberto Caeiro.




O rio da minha aldeia não faz pensar em nada.
Quem está ao pé dele está só ao pé dele.

Grande, Caeiro...

Como hemos dicho, no sabemos si Pessoa se inspiraba en bici; los que sí que se inspiraban en bici eran los poetas victorianos, en los que se halla un cierto germen ci.bor. Además de todo el asunto del jolgorio y la pérdida de papeles que caracterizan esa época de la historia británica en lo que a la cultura y a las artes respecta, están las bicis. En Victorian Cycling Poetry tenemos a nuestra disposición un extenso análisis de cómo se veía la bici en aquella época y su efecto en la literatura victoriana. Un asunto interesante. Luego pensaremos que somos modernos con eso de ver en la bici la libertad, la autorrealización y demás mandangas...

Bicimensajeros en Copenague (año de la polca)
También en épocas actuales está claro que la farra, las bicis y la poesía van de la mano. En Copenague (permíso para inciso: oh tierra de sirenitas, cristianios y bicis, muchas pero muchas bicis) decía que en Copenague hay un pavo (su web: http://www.copenhagenize.com/) que al parecer se aburre mucho por las noches, así que se dedica a recorrer garitos preguntándole a la peña que por qué va en bici, y graba las respuestas. Es que hay gente para todo. He aquí la traducción al inglés de una de ellas. Se trata de las palabras de un borrachuzo danés cualquiera, señorxs, y que se quiten los premios nobel:

Copenhagen is a happy city. In Copenhagen there is tolerance. And in Copenhagen there are cool people. That's what Copenhagen is all about. In Copenhagen we have a surplus so that even when there's cloud cover we don't get clouded by it. We stay the same because we ride bicycles. And bicycles are wheels, tires, rubber. It keeps us in contact with the ground, keeps us grounded. There's actually a shred of truth to it. I mean... how can you get angry with a cyclist? He's riding a bicycle! So there's a limit. There's nothing that can boil over or under... he's cycling.

La grabación la podeis escuchar aquí, pero si no entendéis el danés os vais a quedar más fríos que un polo (por aquí ni papa tampoco, eso sí, suena bonito).
Copenague tudei


A ver cuándo mandan a los taxistas españoles a hacer cursillos de educación vial en Copenhague, que lo están pidiendo a gritos...


Y con esto damos por terminada la introducción a la poesía bicicletera. Pero recalcando lo de 'introducción'; está claro que el tema da para mucho, muchísimo más. De momento, una propuesta: practiquen el tema en casa. A veces sólo rascando un poquito se encuentra petróleo...

Agur!


poesía vida transformación acción poelítica esto también es poesía, estamos todos en el mismo barco


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*Poelítico: término acuñado por el bicionario Kikón. Se refiere a la delgada línea que separa la poesía de la política cuando se intenta dotar a esta última de auténtico sentido. Un argumento poelítico se presta a ser entendido por todo el mundo, se bebe fácilmente, frente a un argumento político, al que siempre se le acaba viendo el ansia de poder y es por tanto difícil de tragar**. La poelítica, señorxs, y no la política, cambiará el mundo (o lo que quede de él después de 2012). Por cierto, un bicionario, mire hacia donde mire (delante, detrás, arriba o abajo, pero sobre todo cuando mira al futuro), sólo ve bicis. Pero lo lleva con muy buen ánimo.

*Ci.bor.: toda una filosofía de vida. Para más información sobre el término, visiten la web de este bicioso y la de uno de los colectivos más ci.bor. que nos hemos echao a la cara en todos los días de nuestra vida, los piratas de Getafenbici. Si después de eso no se han hecho una idea sólida de lo que es ser ci.bor., es que vienen ustedes de otro planeta.


**Sólo por si alguien se figura que lo poelítico es exclusivo de una élite: no has entendido nada. Vuélvelo a leer, anda.